Hacer tartas de clásicos son más difíciles que inventarse muñequitos... y punto. Pastelito de Mafalda, ala.
Miro y remiro el dibujo... y me viene a la cabeza la socorrida técnica puzzle. Pero claro: un mundo plano¿?. Vale pues un mundo redondo. Sigo pensando, esto arriba, esto abajo; y he aquí el resultado:
La señorita Mafalda se presenta en sociedad
El mundo a los pies de Mafalda. Es un dibujo que me encanta. Ha sido todo un reto porque si se va un milímetro, pues ya no se parece y claro, ya no tiene gracia. Unas cuantas horas de trabajo y mucha paciencia: lacito, las greñas, botones... Vale, no tengo abuela pero ¡estoy encantada de como ha quedado!.
Por otro lado, otro gran clásico para la hija de Víctor, mi asistente favorito y encargado del departamento de marketing.
Dos añitos acaba de cumplir Aina, su hija pequeña, que no se separa de su peluche Tambor. Pues allá vamos... El mismo problema: ¿por qué no estudié Bellas Artes cuando era joven? el partido que le sacaría ahora jajajajaja. En fin dignamente y tras varios intentos este es el resultado:
Me encantan las dos tartas, avellanitas sois un crack, y ademas me traen recuerdos del pasado. Un besote
ResponderEliminarGracias guapa!!!! siempre me gustó Mafalda... Y todavía me gusta, es increíble sus dibujos no caducan nunca.
Eliminarla de Mafalda es brutal! perfecta! pero la de tambor me ha enamorado! es INCREIBLE!!
ResponderEliminarGracias Elena!!!!
EliminarQué bellezas de tartas!!! Me encanta Mafalda, muy buen trabajo. Y Tambor es absolutamente perfecto! Besos.
ResponderEliminarGracias Andrea!!!
EliminarOOHhhhh, con lo que me gusta MAfalda, tengo todas las viñetas (o eso creo), esta tarta la quiero para mí. BS
ResponderEliminarMuchas gracias... A mi también me encanta!!!!
Eliminar